¡Hola chicos y chicas!
Hace más de un mes que publiqué la última entrada y probablemente estéis pensando que estoy desaparecida en combate. Como podéis ver estoy teniendo serios problemas para actualizar el blog, y me siento fatal por ello. ¡Lo cierto es que además del trabajo, las clases y el proyecto de fin de máster (que tengo que entregar este mes) no estoy teniendo tiempo ni de vivir!
De todos modos me da mucha lástima ver Las Mil Historias del Arte tan silencioso… así que voy a hacer un post cortito sobre un artista contemporáneo español que acabo de descubrir. Y creo que seguiré haciendo estas entradas sencillitas para llenar el tiempo hasta que pueda volver a actualizar como es debido y como a me gusta. ¡Que lo disfrutéis!
Dino Valls: el pintor de los horrores
Cuando descubrí el trabajo del pintor Dino Valls me quedé entre maravillada e inquieta. Y es que este artista zaragozano ilustra miedos humanos, fundados o ilógicos, la angustia, el mal rollo por excelencia. Mezclando símbolos médicos y religiosos hace un arte muy particular y perturbador.
“Mi pintura sirve para aportar oscuridad, inquietud, tormento. Lo que hago como artista es ahondar en la parte más oscura y más desconocida del ser humano.
Mi pintura vendría a ser una manera de manchar lo blanco”. Dino Valls
Experimentos médicos, erotismo, fórmulas magistrales, recuerdos innombrables, iconografía religiosa… Además de dominar una brutal técnica que hoy en día se echa mucho de menos. Sus figuras son frágiles, las miradas frías y turbias, sentimientos perturbadores que pueblan sus retablos. O te fascina o lo rechazas, te inquieta o te hiere.
Dino Valls (Zaragoza, 1959) se licenció en Medicina en 1982, pero pronto abandonó su carrera por la de pintor. Vive en Madrid, es un artista muy cotizado, trabaja al menos ocho horas diarias ante el lienzo, como un monje aislado. De los más de 200 cuadros que ha realizado en un cuarto de siglo, sólo conserva tres en casa. En sus lienzos, domina el cuerpo femenino, pero también el dolor, la patología física y mental, y una atmósfera que igual recuerda a Rembrandt, a Paul Delvaux o René Magritte.
«Mi pintura tiene un contenido inquietante, no placentero, de desasosiego. No me interesa el arte que atrae o repele, sino que mezcla ambas cosas: mi pintura es un espejo que refleja nuestro inconsciente, nuestra fragilidad. El contenido de nuestro inconsciente tiene una carga de angustia vital, pero no debemos olvidar que mi obra también es una elaboración intelectual de los conflictos que padecemos (identidad, dolor, angustia, ira, soledad, etc.), por eso no me considero surrealista.»
(Podéis leer la entrevista completa aquí)
Dino Valls no utiliza modelos reales, sino que pinta personajes andróginos salidos de su imaginación y totalmente idealizados que nos miran de una forma inquietante. Las figuras de sus cuadros suelen estar inmóviles y miran a los ojos al espectador como culpabilizándolo de lo que les pasa. Y como en un test de Rorsarch proyecta a través de simbolismos poco claros los conflictos de nuestro subconsciente. No son pinturas placenteras, desde luego, sino llenas de conflicto, frialdad y sufrimiento. En el trabajo de Dino Valls encontramos el equilibrio entre la atracción y la inquietud, el eros y tánatos, sensualidad y muerte.
En sus trabajos encontramos ecos del gótico, de la época renacentista, del barroco e incluso del surrealismo…
Espero que os haya impactado este artista tanto como a mí. Os dejo una galería de imágenes impresionantes de este artista español que se ha ganado un hueco en mi corazón.